El cloro es un desinfectante comúnmente utilizado en piscinas para mantener el agua libre de bacterias y microorganismos. Sin embargo, el contacto prolongado con el cloro puede causar irritación en los ojos, ya que puede afectar la capa de lágrimas que protege la superficie ocular.
¿Te gustaría saber más sobre cómo cuidar tu salud ocular sin exponerte a los perjuicios del cloro? Sigue leyendo este artículo que el equipo de Cliniteco Cirujanos Oftalmólogos de Madrid ha elaborado para ti.
Síntomas
Ya lo decía la American Academy of Ophthalmology en su artículo "Lo que Debe Saber Sobre la Natación y Sus Ojos": las piscinas son muy duras con la película lagrimal, pudiendo generar diversas reacciones, tales como ojo seco.
Si sospechas que el cloro está afectando a tu salud ocular, es importante prestar atención a ciertos síntomas que podrían indicar irritación o sensibilidad a esta sustancia. Algunos signos de que el cloro está afectando tus ojos incluyen:
- Enrojecimiento.
- Escozor.
- Picazón.
- Sensación de ardor.
- Lagrimeo excesivo.
- Visión borrosa.
Si experimentas alguno de estos síntomas después de nadar en una piscina tratada con cloro, es recomendable enjuagar tus ojos con agua limpia y evitar frotarlos, ya que esto puede empeorar la irritación. Si los síntomas persisten, es importante consultar a un profesional de la salud ocular para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Piscina sí, pero con protección
Por todos es sabido que es mejor prevenir que curar. Recuerda que unos hábitos sencillos pueden marcar la diferencia en la protección de tus ojos.
Para proteger tus ojos del cloro en las piscinas, existen algunas medidas sencillas que puedes tomar:
1. Utiliza gafas de natación: Las gafas de natación crean una barrera protectora entre tus ojos y el agua de la piscina, reduciendo así el contacto con el cloro y otros químicos.
2. Enjuaga tus ojos: Después de nadar, enjuaga suavemente tus ojos con agua limpia para eliminar cualquier residuo de cloro.
3. Usa lágrimas artificiales: Si sientes sequedad o irritación ocular después de nadar, considera usar lágrimas artificiales para rehidratar tus ojos y aliviar la irritación.
4. Limita el tiempo en el agua: Si es posible, limita el tiempo que pasas nadando en piscinas tratadas con cloro, especialmente si eres sensible a sus efectos.
Al tomar estas precauciones, puedes disfrutar de la piscina mientras proteges la salud de tus ojos.
Además de proteger tus ojos del cloro en la piscina, te recomendamos que también durante el verano mantengas una dieta equilibrada rica en vitaminas y antioxidantes, así como que realices pausas visuales si pasas mucho tiempo frente a pantallas y visites regularmente a tu oftalmólogo para realizar exámenes de la vista y detectar cualquier problema a tiempo, tal y como te indicamos en nuestro anterior artículo.
Si tienes dudas, todo el equipo de Cliniteco Cirujanos Oftalmólogos en Paseo de la Habana, en el Hospital Ruber Internacional en zona Chamartín, en Madrid, está disponible para asesorarte, resolverlas y orientarte. ¡Feliz verano de piscineo!